Este trigo transgénico diseñado en Argentina por la empresa Bioceres es tolerante al herbicida glufosinato de amonio, el cual se encuentra prohibido en la Unión Europea por ser 5 veces más tóxico para la salud de las comunidades y el ambiente que el mismo Glifosato.

Una vez más, la salud de las comunidades y los territorios son signadas para el sacrificio, los intereses del agronegocio priman por sobre las necesidades reales de nuestros pueblos.

Múltiples organizaciones evidenciaron que no están dadas las condiciones en nuestro país para separar el trigo HB4 del trigo convencional como prometen, por lo cual toda la cadena triguera estará contaminada. Este nuevo OGM es rechazado en muchos mercados internacionales, pero principalmente es rechazado por quienes trabajamos por una alimentación sana, segura y soberana.

Con muchísima preocupación le exigimos al Gobierno Nacional que dé marcha atrás con la aprobación de este trigo tóxico, que sólo beneficia a las corporaciones poniendo en juego el alimento y la salud del pueblo argentino. Por esto decimos:

NI EN BRASIL, NI EN ARGENTINA, NI EN NINGUNA PARTE DEL MUNDO